Resumen
- Connecticut ha reforzado su oposición a los casinos sociales con la aprobación de una nueva legislación.
- El gobernador Ned Lamont convirtió en ley el Proyecto de Ley Senatorial 1235, que prohíbe los juegos de azar a partir del 1 de octubre.
- La decisión fue rápidamente y fuertemente criticada por los grupos comerciales, particularmente la SPGA, que condenó los acontecimientos.
Contenido
Connecticut se ha convertido recientemente en el segundo estado de Estados Unidos en prohibir los casinos sociales y las apuestas con sorteos. Esta decisión se produce en medio de una ola sin precedentes de medidas regulatorias enérgicas contra el sector en todo el país.
Nueva ley declara ilegales los sorteos en Connecticut
El gobernador Ned Lamont promulgó el Proyecto de Ley Senatorial 1235 el 3 de junio. Este proyecto de ley fue aprobado rápidamente por su oficina con el pleno respaldo de la Cámara de Representantes. La nueva ley establece: «Ninguna persona realizará ni promoverá un sorteo o sorteo promocional autorizado por la sección 53-278g si (1) no está relacionado con la venta genuina de bienes, servicios o propiedades, (2) utiliza un dispositivo de juego simulado, o (3) permite o facilita la participación en cualquier juego de casino en línea real o simulado o apuestas deportivas, a menos que dicha persona tenga licencia bajo el capítulo 229b». Esta decisión provocó una reacción inmediata de la Asociación de Juegos Sociales y Promocionales. Miembros como Blazesoft, High 5 Entertainment y Gold Coin Group, junto con el grupo comercial, criticaron la nueva ley. Argumentaron que las plataformas de juegos basados en sorteos han estado operando localmente durante mucho tiempo. En Connecticut, lamentablemente, la nueva legislación no distingue entre sorteos promocionales legales y juegos de azar no regulados, a pesar de la falta de evidencia sustancial de perjuicios al consumidor, afirmó la SPGA.
Un grupo comercial advierte sobre consecuencias no deseadas que conducen a la pérdida de innovación
La SPGA ha criticado a los legisladores por no colaborar con los operadores que priorizan la protección del consumidor, el cumplimiento normativo y el juego responsable. Advirtieron que el enfoque actual de los legisladores podría frenar la innovación, restringir las opciones de los consumidores y expulsar del estado a las empresas que cumplen con las normas. Esta situación se ha agravado tras el envío por parte del Fiscal General de Nueva York de 26 cartas de cese y desistimiento a casinos de sorteos y sociales, calificándolos de ilegales. En Maine, el regulador del juego también ha recomendado a los residentes que eviten interactuar con sitios web de juegos de sorteos, afirmando que estas plataformas no están reguladas por la ley estatal. El único lugar donde los operadores de sorteos encontraron cierto alivio fue Luisiana, donde el gobernador Jeff Landry vetó el Proyecto de Ley 181 del Senado. Este proyecto de ley pretendía imponer regulaciones más estrictas a los casinos de sorteos. Sin embargo, la decisión de Landry no se debió a un desacuerdo con los legisladores, sino a que consideraba que las leyes vigentes eran suficientes para clasificar a los casinos de sorteos como operaciones ilegales.