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La historia de FedEx sobre la audaz apuesta de su fundador es fascinante, aunque quizá no sea la estrategia empresarial ideal. Imagine quedarse con solo 5.000 dólares mientras enfrenta una deuda millonaria. La mayoría evitaría correr riesgos, pero no Fred Smith. En 1973, con Federal Express al borde de la quiebra y desesperado por combustible para mantener sus operaciones a flote, Smith dio un salto de fe. Negándose a que su idea original de la universidad se hundiera, se dirigió directamente a Las Vegas. Allí, en el corazón de los deslumbrantes casinos, lo apostó todo en una partida de blackjack, el único juego en el que sentía que tenía ventaja. Esta audaz jugada no fue solo una apuesta, sino una postura desafiante contra el fracaso.
El dueño de FedEx apostó en Las Vegas para salvar la empresa y lo logró.
La historia se desarrolla en 1973. Frederick Wallace Smith ya había fundado FedEx, con 80 millones de dólares en préstamos y capital. Sin embargo, la crisis económica de la época y un cambio radical en los precios del petróleo afectaron gravemente las operaciones de la empresa. Smith se encontró con solo 5.000 dólares restantes, con el inminente fantasma de perder todo lo que había construido desde 1971 sobre él. Sabía que FedEx estaba a punto de revolucionar la forma en que el mundo gestionaba la paquetería, el correo y los paquetes. Ese año, con las arcas vacías y un préstamo empresarial crucial escapándose de sus manos, FedEx estuvo al borde del abismo. Incapaz de permitirse el combustible, el colapso parecía inevitable. Desesperado, Smith recurrió a lo que parecía su último recurso: se dirigió a Las Vegas, Nevada, para arriesgarse. Aunque la historia de la victoria suele contarse con humor y desenfado, Smith nunca la vio como nada más que una apuesta necesaria. Prefería que la gente comprendiera por qué se arriesgó. Con las finanzas a la baja, decidió apostar sus 5.000 dólares a la incierta suerte de una mesa de blackjack. La fortuna le sonrió ese día y se marchó con 27.000 dólares. Inmediatamente transfirió los fondos a FedEx y compró suficiente combustible para mantener la empresa a flote durante otra semana crucial. En un torbellino de determinación tras su victoria, el incansable fundador y posterior director ejecutivo de FedEx se apresuró a conseguir 11 millones de dólares adicionales, lo que le proporcionó un colchón contra el incesante aumento del precio del combustible. No iba a irme sin luchar. Al ganar esos 27.000 dólares, Smith comprendió que este golpe de suerte no era el momento decisivo que necesitaba. Lo interpretó como una señal, pero sabía que por sí solo no podía sostener el futuro de FedEx. Al reflexionar sobre su decisión de arriesgarse, Smith dijo que se debía a su negativa a rendirse, a caer en silencio. Mantuvo un compromiso firme con sus inversores y seguidores, decidido a hacer realidad el sueño que había acariciado desde la universidad: el sueño de una FedEx exitosa. Su crucial victoria en el blackjack se produjo tras un intento fallido de atraer la inversión de General Dynamics. Ante la disminución de las opciones, transformó una apuesta desesperada en uno de los rescates corporativos más audaces de la historia. Aunque una semana de gastos operativos apenas fue suficiente, la valentía y la tenacidad de Smith dieron sus frutos. Finalmente, las apuestas salvaron a FedEx.
El modelo de negocio de FedEx fue calificado con una "C" por un profesor universitario.
La trayectoria de FedEx se caracteriza por su genuina innovación y audacia. Fred Smith, tras graduarse de la universidad y servir como infante de marina en Vietnam, poseía un espíritu tenaz y una determinación inquebrantable para hacer realidad su visión. El concepto de FedEx nació durante sus años universitarios, cuando escribió un trabajo final proponiendo una idea revolucionaria: acelerar las entregas mediante la modernización del proceso de entrega y la maximización de la eficiencia. Su profesor descartó la idea, calificándola con una nota baja. Sin embargo, tras su servicio militar en Vietnam, Smith dio un paso audaz. Adquirió Arkansas Aviation Sales, retomando su concepto de la época de Yale para sentar las bases del éxito de su empresa. Para 1973, FedEx logró lo que muchos consideraban imposible: entregas al día siguiente en todo Estados Unidos. Fue una empresa pionera, al igual que Amazon hoy. A medida que los inversores acudían en masa, el escepticismo creció cuando el embargo petrolero de 1973-1974 afectó a la empresa, llevándola al borde del abismo. A pesar de las dudas de los inversores, Smith se esforzó por conseguir capital fresco. Sin embargo, la crisis del petróleo tuvo sus consecuencias, sumiendo a FedEx en el caos y dando origen a la legendaria historia de la audaz apuesta de Smith para mantener la compañía a flote en medio de entregas retrasadas.
La historia del juego de FedEx tuvo un final feliz, pero no todos lo tienen
Fred Smith, la mente visionaria detrás de FedEx, vivió con una firme convicción: asumir un riesgo calculado con recursos limitados podría ser la mejor opción para sobrevivir. Tirar los dados no es una estrategia, pero cuando es la última jugada, puede cambiar el rumbo. Smith no salvó la empresa por pura suerte; se lanzó deliberadamente con lo que le quedaba. Aunque no era una estrategia empresarial tradicional, demostró su espíritu emprendedor. Ese golpe de suerte en la mesa de blackjack nunca fue algo de lo que presumiera, pero le dio una semana más hasta que llegó el alivio financiero. FedEx es el legado de un verdadero pionero. A pesar de obtener una C en el trabajo final que dio origen a la idea de su imperio multimillonario, Smith construyó algo monumental. La empresa ha superado muchas tormentas, ha mejorado su situación de deuda y ha visto prosperar sus acciones. La apuesta de Fred Smith en ese día crucial pudo haber mantenido a la empresa a flote, pero es su visión la que mantiene a FedEx prosperando hoy. Su influencia perdura, a pesar de que falleció en junio de 2025.
Preguntas frecuentes sobre la historia de los juegos de azar de FedEx
Cuando FedEx estaba al borde del colapso, su fundador, Fred Smith, dio un gran salto de fe. Con solo $5,000 restantes en las arcas de la compañía, entró en un casino y se fue con $27,000. Esta audaz jugada le dio a FedEx una semana más de respiro y, finalmente, le permitió obtener la financiación crucial que necesitaba desesperadamente. Imaginen si no hubiera corrido ese riesgo. Sin su coraje e ingenio, FedEx probablemente se habría visto obligada a declararse en bancarrota, dejando a los acreedores a cargo de lo que quedara. La apuesta de Fred no era solo por dinero, sino por sobrevivir, ganar tiempo y luchar por el futuro contra todo pronóstico.