Resumen
- Las máquinas de póquer son responsables de pérdidas de juego sin precedentes en Nueva Gales del Sur.
- Los residentes locales podrían perder hasta 24 millones de dólares australianos cada día, con pérdidas que superarían los 2.000 millones de dólares australianos en los primeros 90 días de 2025.
- Los defensores de regulaciones más estrictas del juego exigen una mayor protección del consumidor dentro de la industria.
Contenido
Los australianos siguen disfrutando de uno de sus pasatiempos favoritos: jugar a las máquinas tragamonedas, conocidas como póker en otras partes del mundo. Sin embargo, esta afición tiene un precio, ya que las pérdidas para los residentes del oeste de Sídney, Nueva Gales del Sur, han ascendido a 3200 dólares australianos por persona al año.
Los australianos siguen perdiendo mucho en las tragamonedas
Según Wesley Mission, una organización benéfica, datos provenientes de registros gubernamentales y públicos revelan que, tan solo en Nueva Gales del Sur, las personas pierden hasta 24 millones de dólares australianos al día debido al juego. En los primeros 90 días del año, las pérdidas alcanzaron los 2.170 millones de dólares, lo que pone de relieve la respuesta inadecuada del gobierno a este grave problema. El director de la organización, el reverendo Stu Cameron, insta a los legisladores a actuar con rapidez para mitigar el impacto de las máquinas tragamonedas en la comunidad. Además, las cifras proporcionadas por Wesley Mission solo consideran las pérdidas financieras directas e ignoran los efectos sociales más amplios, como las cargas financieras y psicológicas que estas conllevan. Cameron ha criticado como moralmente indefendible que los legisladores sigan consultando a la industria del juego mientras elaboran leyes de protección al consumidor, acusando al sector del juego de ejercer presión en su propio beneficio mientras las familias sufren tanto financiera como emocionalmente.
Se han implementado algunas medidas, pero se necesitan más
Wesley Mission ha reconocido algunos cambios positivos, incluyendo las reformas de 2023, en las que el estado redujo los límites de entrada de efectivo de 5.000 a 500 dólares australianos. Sin embargo, la organización criticó la demora en la implementación de opciones de juego sin efectivo, cuyo objetivo es evitar que los jugadores gasten de más. El tema de las apuestas con efectivo ha sido un tema de debate en el estado desde al menos 2023, pero los esfuerzos para implementar los cambios se han visto obstaculizados por los retrasos. Mientras tanto, el país ha mejorado sus medidas de protección al consumidor mediante el lanzamiento de un registro nacional de autoexclusión para mantener a las personas vulnerables alejadas del juego.