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Tailandia ha anunciado su intención de legalizar los casinos y los juegos de azar al estilo de Las Vegas como parte de los esfuerzos para mejorar el turismo, apoyar sus finanzas públicas en dificultades e implementar una mayor protección del consumidor eliminando a los operadores ilegales y las empresas del mercado negro.
Tailandia está un paso más cerca de hacer realidad el sueño del casino de Las Vegas
El gobierno del primer ministro Paetongtarn Shinawatra anunció el lunes la aprobación de un proyecto de ley para legalizar los casinos y los juegos de azar, y que ahora procederá a las siguientes etapas. El primer ministro Paetongtarn ha expresado que se prevé que esta iniciativa mejore la protección del consumidor y aumente los ingresos estatales. Se espera que la legalización impulse el turismo, atrayendo potencialmente entre un 5% y un 10% más de visitantes. Esto podría resultar en ingresos adicionales de aproximadamente 3.450 millones a 6.320 millones de dólares provenientes del turismo, aunque las cifras exactas siguen siendo especulativas, como destacó el viceministro de Finanzas, Julapun Amornvivat. Una ventaja económica adicional sería la creación de hasta 15.000 nuevos empleos en el sector de los casinos. Si bien el plan aún requiere la aprobación parlamentaria, de promulgarse, Tailandia se uniría a otros países del sudeste asiático como Vietnam, Corea del Sur y Japón en el uso de la industria de los casinos para impulsar el turismo. Esta medida se enmarca en el rápido crecimiento de proyectos multimillonarios en toda la región.
El juego ilegal será el objetivo de la nueva ley de juego propuesta
El gobierno insta a los legisladores a tomar medidas y aprobar leyes para erradicar el juego ilegal, que actualmente alimenta a grandes grupos clandestinos que generan miles de millones de dólares en ingresos. Tailandia está sintiendo la presión competitiva de los desarrollos inmobiliarios de lujo de la región, ya que se están estableciendo o ya existen proyectos similares en países vecinos como Singapur, Filipinas y Camboya. A pesar de estar en la agenda de dos gobiernos sucesivos, las iniciativas para legalizar el juego y establecer casinos han fracasado repetidamente.